Actualizado 3 de septiembre de 2025 - 6:53 p. m.
¿Va a pedir un crédito? Evite estos tropiezos
El error más común de algunas personas al solicitar un crédito es, no evaluar la capacidad de pago.
Periodista Digital
¿Va a pedir un crédito? Evite estos tropiezosCrédito: PEXELS
Solicitar un crédito implica acudir a un banco o a una entidad financiera para obtener una suma de dinero, bajo el compromiso de devolverla en un plazo determinado y con los intereses correspondientes. Aunque parece un proceso sencillo, la falta de información y planificación suele llevar a muchas personas a cometer errores que comprometen sus finanzas.
Entre los tropiezos más frecuentes están: no evaluar la capacidad real de pago, no comparar tasas y plazos entre diferentes entidades, desconocer el propio historial crediticio, pedir montos inadecuados, no entender a fondo las condiciones del contrato, caer en estafas financieras y, en muchos casos, solicitar un crédito sin un propósito claro.
Minuto60 consultó a ciudadanos en el sector de Galerías, en Bogotá, quienes coincidieron en algunos de estos errores habituales:
“La gente no se toma el trabajo de investigar cuál es la tasa de interés más baja del mercado”.
“Algunas personas mienten sobre sus ingresos solo para ser aceptadas por el banco”.
“Muchos creen que pueden pagar el crédito, pero terminan colgados”.
Para el analista financiero Edgar Jiménez, académico de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, es clave entender que un crédito no solo se compone de la tasa de interés: “Hay que tener en cuenta otros cobros como seguros u otros montos asociados al préstamo”. Y advierte que las decisiones impulsivas suelen salir caras: “Por ejemplo, hay personas que pagan seis millones por un teléfono inteligente, cuando uno de tres millones les serviría perfectamente”.
En definitiva, los expertos coinciden en que solo se debe recurrir al endeudamiento en casos de gastos extraordinarios como emergencias médicas, compra de vivienda, adquisición de un vehículo o educación, siempre que exista la capacidad de pago. Este tipo de deudas, bien gestionadas, pueden convertirse en inversiones que generan bienestar y retorno a futuro.
¿Por qué es mejor ahorrar que endeudarse?
Durante generaciones, nuestras abuelas y madres nos recordaban una lección que hoy sigue vigente: la deuda es mala, lo mejor es ahorrar hasta alcanzar lo que se desea. Aunque en la actualidad el crédito parece una opción rápida, el hábito del ahorro sigue ofreciendo ventajas sólidas y duraderas.
Entre los principales beneficios de ahorrar frente a endeudarse se destacan:
Seguridad financiera
Un fondo de ahorro funciona como un “colchón” que protege frente a imprevistos —desde una reparación hasta una emergencia médica— evitando recurrir a nuevas deudas.
Ahorro en intereses
Cuando se compra con recursos propios, se eliminan los intereses y cargos adicionales que generan los créditos o las tarjetas, reduciendo así el costo real de cualquier adquisición.
Libertad financiera
El dinero que normalmente se destinaría a pagar deudas puede invertirse en metas de ahorro, lo que se traduce en mayor estabilidad y tranquilidad a futuro.
Cumplimiento de metas a mediano y largo plazo
Ahorrar de manera constante permite financiar objetivos como la compra de una vivienda, la educación de los hijos o garantizar una vejez más tranquila. En conclusión, ahorrar no solo evita caer en la espiral de la deuda, sino que también abre la puerta a un futuro con mayor autonomía y seguridad económica.