Inicio / Mundo
22 de octubre de 2025 - 12:56 p. m.
Actualizado - 22 de octubre de 2025 - 4:48 p. m.

Los robos más famosos en la historia del arte: del Museo de Van Gogh al reciente atraco en el Louvre

De la Mona Lisa a joyas imperiales, repasamos los robos más audaces en la historia de los museos del mundo.
Alison Rodríguez
WhatsAppFacebookXLinkedIn
Imagen principal
De izquierda a derecha, autorretrato de Vincent Van Gogh y la Mona Lisa. - Crédito: AFP | Fotomontaje Minuto60

El reciente robo en el Museo del Louvre, en el que un grupo de delincuentes sustrajo joyas valoradas en más de 100 millones de dólares, se suma a una larga lista de atracos que han marcado la historia del arte mundial. Desde Ámsterdam hasta Nueva York, los museos más prestigiosos del planeta han sido escenario de audaces robos que han puesto en evidencia las fallas de seguridad y el alto valor de las obras y joyas que resguardan.

El Museo de Van Gogh: dos atracos en una década

El Museo de Van Gogh de Ámsterdam ha sido víctima de múltiples robos a lo largo de su historia. Uno de ellos ocurrió en abril de 1991, cuando un hombre se ocultó dentro de una galería y, con la ayuda de un cómplice, logró sustraer 20 obras, entre ellas Los girasoles (1888). Sin embargo, el golpe duró poco; apenas media hora después, las autoridades hallaron las pinturas dentro de un automóvil abandonado.

Once años más tarde, en diciembre de 2002, el museo volvió a ser escenario de otro robo. Dos ladrones escalaron hasta el techo del edificio y entraron por una ventana. En apenas tres minutos y cuarenta segundos, se llevaron dos pinturas del período temprano de Vincent van Gogh: un paisaje marino y una imagen de una iglesia. Uno de los responsables huyó a España, pero fue arrestado en 2003 y extraditado a Países Bajos.

El Museo Americano de Historia Natural y la “Estrella de la India”

En 1964, dos hombres protagonizaron uno de los robos más audaces en la historia de Nueva York. Ingresaron al Museo Americano de Historia Natural por una escalera de incendios y se llevaron varias joyas valoradas en casi medio millón de dólares, entre ellas la Estrella de la India, un zafiro de 563,35 quilates.

Los ladrones, junto con un cómplice que actuó como vigía, fueron arrestados poco después. Parte del botín fue recuperado tras una negociación con los fiscales, aunque varias piezas nunca aparecieron. Cada uno de los responsables fue condenado a tres años de prisión.

La Galería Nacional de Oslo y la burla de “Gracias por la mala seguridad”

En 1994, la Galería Nacional de Oslo, en Noruega, sufrió el robo de una de sus piezas más valiosas: El grito (1893), de Edvard Munch. Los ladrones dejaron una nota sarcástica que decía: “Gracias por la mala seguridad”.

A pesar de la burla, la policía noruega, en colaboración con Scotland Yard, logró rastrear a los responsables y recuperó la pintura el 7 de mayo del mismo año, en perfectas condiciones.

El Museo de Viena y la pérdida de la “Saliera”

En 2003, el Museo de Historia del Arte de Viena, Austria, fue escenario del robo de La Saliera, una escultura de oro y esmalte creada por el artista renacentista Benvenuto Cellini en 1543, por encargo del rey Francisco I de Francia. La pieza, considerada una de las joyas más importantes del Renacimiento, fue sustraída durante la noche sin que las alarmas se activaran, lo que desató un fuerte cuestionamiento a la seguridad del museo.

{{EMBED_4}}

El Louvre: del robo de la Mona Lisa al atraco del siglo XXI

El Museo del Louvre ha protagonizado algunos de los episodios más recordados de la historia del arte. El primero ocurrió en 1911, cuando Vincenzo Peruggia, un ex empleado del museo, robó La Mona Lisa escondiéndose en el edificio y saliendo con el cuadro bajo su ropa. La pintura desapareció durante dos años hasta que un comerciante italiano alertó a las autoridades cuando Peruggia intentó venderla.

Más de un siglo después, el 19 de octubre de 2025, el Louvre volvió a ser escenario de un robo de alto perfil. Cuatro individuos sustrajeron ocho joyas con un valor estimado de más de 100 millones de dólares, entre ellas la diadema de perlas de la emperatriz Eugenia, elaborada en 1853 por el joyero Alexandre-Gabriel Lemonnier tras su boda con Napoleón III. En su huida, los ladrones abandonaron una de las piezas: una corona también perteneciente a la emperatriz.

Las joyas robadas, que suman dos siglos de historia, formaban parte de la colección real francesa y pertenecieron a importantes soberanas y emperatrices. El hecho ha reavivado el debate sobre la seguridad en los museos europeos y la vulnerabilidad de su patrimonio histórico frente a operaciones criminales cada vez más sofisticadas.

Actualidad

Noboa califica de “incoherente" a Petro y vuelve a poner en duda su misterioso viaje a Manta

Por Fernando Mojica

Con 'peros' se renovó la Misión de Verificación de la ONU

Por Katherine Vega

“Una lucha por la supervivencia”: el invierno agrava la crisis humanitaria en Ucrania

Por María Fernanda Sierra

Trump no planea ataques en Venezuela, pese a reportes

Por Carolina López Mantilla

Resumen semanal

¿Cómo se originó el huracán Melissa y por qué aumentó su fuerza?

Por María Fernanda Sierra

Policía apunta a la ‘Segunda Marquetalia’ como determinador del magnicidio de Miguel Uribe Turbay

Por Heidy Johana Palacio Sánchez

'Los hilos perdidos’: la nueva novela de Juliana Muñoz Toro que borda la memoria y la identidad

Por María Fernanda Sierra

Villavicencio se alista para el Torneo del Joropo con plan especial de movilidad

Por Carlos Grosso