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6 de octubre de 2025 - 9:39 a. m.
Actualizado - 6 de octubre de 2025 - 10:20 a. m.

Inicia deportación de las colombianas detenidas en Israel por llevar ayuda a Gaza

El caso expone la paradoja legal que enfrentan cientos de activistas: admitir delitos que no cometieron para poder ser liberados.
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Manuela Bedoya y Luna Barreto serán deportadas. - Crédito: X: @GSMFlotilla

Después varios días de incertidumbre y presión diplomática, el Ministerio del Interior confirmó este lunes 6 de octubre que las activistas colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto se encuentran en proceso de deportación desde Israel, luego de haber sido detenidas por el ejército israelí en aguas internacionales el pasado 1 de octubre.

Su caso, enmarcado en la misión humanitaria internacional “Flotilla Global Sumud”, ha puesto nuevamente en el centro del debate la actuación del Estado israelí frente a la ayuda humanitaria con destino a la Franja de Gaza y el marco legal aplicado a activistas internacionales.

Una misión humanitaria interceptada

Bedoya y Barreto eran parte de un contingente de cerca de 450 activistas provenientes de más de 30 países que zarpó rumbo a Gaza con el objetivo de entregar ayuda humanitaria esencial a la población palestina, gravemente afectada por el bloqueo y la crisis humanitaria. El pasado 1 de octubre, cuando la flotilla se encontraba a menos de 90 millas náuticas de su destino, fue interceptada por aproximadamente 20 embarcaciones de la Marina israelí.

 

Las fuerzas israelíes abordaron las naves, entre ellas el barco HIO, en el que viajaban las colombianas, y procedieron a detener a todos los activistas, trasladándolos bajo custodia a territorio israelí, específicamente a la prisión de Sderot, en el desierto de Neguev. Las condiciones climáticas extremas y el aislamiento caracterizan este centro, donde permanecieron durante casi una semana.

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Inicia deportación de Manuela Bedoya y Luna Barreto de Israel. Crédito - X: @AABenedetti

Una paradoja legal: aceptar un delito que no cometieron

El caso de estas colombianas revela una paradoja legal ampliamente cuestionada por organizaciones de derechos humanos: aunque fueron interceptadas en aguas internacionales y trasladadas por la fuerza a Israel, el sistema judicial del país exige que admitan el cargo de “ingreso ilegal” para poder ser deportadas rápidamente.

Esta dinámica, que también enfrentan los más de 400 activistas aún detenidos, obliga a las personas extranjeras a “confesar” una infracción que no cometieron voluntariamente. “Pese a no haber ingresado por decisión propia, el sistema legal israelí requiere la aceptación del cargo como condición para la expulsión”.

Al menos 171 activistas ya fueron deportados bajo esta modalidad, entre ellos la reconocida activista sueca Greta Thunberg, quien participaba también en la flotilla.

Gestión diplomática y regreso

La presión diplomática del Gobierno colombiano fue clave en el proceso. La canciller Rosa Villavicencio y el cónsul en Tel Aviv, Enrique Piñero, lograron obtener el permiso de deportación para las dos connacionales tras varios días de gestiones con las autoridades israelíes.

“Celebro como nadie la liberación de Manuela Bedoya y Luna Barreto, las dos colombianas secuestradas por Israel en aguas internacionales. Esperamos que regresen sanas a sus hogares”, afirmó el ministro del Interior, Armando Benedetti, a través de su cuenta en X.

 

Según la Cancillería, Manuela Bedoya regresará directamente a Colombia, mientras que Luna Barreto se reunirá con su esposo en Jordania, país en el que reside actualmente.

¿Quiénes son Manuela Bedoya y Luna Barreto?

Manuela Bedoya, originaria de Cali, es una reconocida activista social con trayectoria en procesos de memoria histórica, restitución de derechos y salud colectiva en comunidades afectadas por el conflicto armado colombiano.

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Manuela Bedoya y Luna Barreto serán deportadas desde Israel. Crédito - Instagram: manuela_bedoya_j y @lune.feu

Ha participado en iniciativas como la Caravana Humanitaria del Bajo Calima y Medio San Juan (2023) y en el Encuentro de Víctimas y Sobrevivientes de la Universidad del Valle (2022).

Por su parte, Luna Barreto, de 24 años, es una defensora territorial y educadora social que actualmente reside en Ammán, Jordania. Tras su participación en el Paro Nacional de 2021, migró y se ha dedicado a trabajar con infancias palestinas en campos de refugiados, utilizando el arte como herramienta de sanación. También es fundadora del Frente Abya Yala, red que articula colectivos latinoamericanos en solidaridad con Palestina.

Un caso que visibiliza tensiones globales

La detención y posterior deportación de Bedoya y Barreto no solo ha reactivado el debate sobre la legalidad de las acciones israelíes en aguas internacionales, sino también sobre la criminalización de la solidaridad internacional. Diversos expertos en derecho internacional han calificado la operación como una violación a los Acuerdos de Ginebra y a los principios del derecho marítimo internacional.

El caso de las colombianas es reflejo de una situación más amplia que involucra a cientos de activistas en todo el mundo, quienes, en nombre de la ayuda humanitaria, terminan enfrentando procesos judiciales y deportaciones en contextos de conflicto y ocupación.

  

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