Condenan a hombre que drogaba a sus víctimas para robarlas en Bogotá usando apps de citas

Un juez de conocimiento condenó a César Andrés Rivera Méndez tras aceptar su responsabilidad por los delitos de hurto calificado y agravado y transferencia no consentida de activos, luego de que la Fiscalía demostrara su participación en al menos cinco casos de robo a ciudadanos contactados por medio de aplicaciones de citas en Bogotá.

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De acuerdo con la investigación liderada por una fiscal de la Unidad de Hurtos de la Seccional Bogotá, Rivera Méndez contactaba a sus víctimas la mayoría integrantes de la comunidad LGBTIQ+ a través de aplicaciones de citas. Tras generar confianza con las personas, acordaba encuentros en sus viviendas, ubicadas en su mayoría en la localidad de Chapinero.

Una vez en el lugar, el sentenciado ofrecía bebidas alcohólicas que previamente había adulterado con medicamentos de uso veterinario. Esta sustancia provocaba que las víctimas perdieran el conocimiento, momento en el que Rivera aprovechaba para sustraer elementos de valor como celulares, relojes, computadores y tarjetas bancarias.

Además del robo físico, el delincuente realizaba compras y transferencias desde las cuentas de los afectados. Las autoridades estiman que el total de los bienes y dinero robado supera los 80 millones de pesos.

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La investigación documentó cinco casos ocurridos entre 2023 y 2024, todos con el mismo patrón delictivo: contacto virtual, confianza, encuentro presencial, suministro de sustancia tóxica y posterior hurto.

El perfil del condenado evidencia un modus operandi calculado y reiterativo, orientado a aprovechar la confianza de personas que buscaban relaciones o encuentros afectivos a través de medios digitales.

Este tipo de delitos, conocidos como “citas trampa”, han sido objeto de alerta por parte de las autoridades, especialmente por el riesgo al que se exponen quienes acceden a encuentros con desconocidos en espacios privados.

El juez, además de imponerle a Rivera Méndez una pena privativa de la libertad, le dictó una multa económica equivalente a 107.5 salarios mínimos legales vigentes. El condenado permanecerá recluido en un establecimiento penitenciario mientras cumple su sentencia.