Actualizado 5 de agosto de 2025 - 2:02 p. m.
¿Qué está pasando en la Amazonía? La denuncia de Petro que revive un conflicto olvidado
La disputa por la isla Santa Rosa revive tensiones históricas entre Colombia y Perú: ¿Qué hay detrás del conflicto?
Periodista Digital
Unión del río Loretoyacu con el río Amazonas.Crédito: X: @agendapropiaap
La denuncia de Gustavo Petro que encendió las alarmas: el presidente de Colombia lanzó una grave denuncia en su cuenta de X: “El gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Río de Janeiro”, advirtió el mandatario, en alusión directa a un acuerdo que ha regido las relaciones fronterizas colombo-peruanas desde 1934. Además, anunció que el acto conmemorativo del 7 de agosto, día de la Batalla de Boyacá, será trasladado a Leticia, como gesto diplomático en defensa de la soberanía.
Petro cambia conmemoración del 7 de agosto por diferencias con Perú. Crédito - X: @petrogustavo
¿Qué establece el Protocolo de Río de Janeiro?
El Protocolo de Río de Janeiro, firmado el 25 de mayo de 1934 tras la Guerra Colombo-Peruana (1932-1933), puso fin a las hostilidades entre ambos países y definió de forma definitiva la frontera en la Amazonía.
Entre sus puntos clave:
La frontera seguiría el thalweg del río Amazonas, es decir, la línea de mayor profundidad del cauce.
Se reconoció la soberanía de Colombia sobre Leticia y otras islas estratégicas.
Se creó la COMPERIF (Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera Colombo-Peruana), encargada de resolver disputas sobre nuevas formaciones geográficas.
Este tratado ha sido piedra angular de la paz entre ambos países, pero hoy está nuevamente en tela de juicio.
Protocolo de Río de Janeiro. Foto: Redes sociales
¿Cuál es la isla Santa Rosa y por qué es tan estratégica?
La isla Santa Rosa está ubicada en la triple frontera entre Colombia, Perú y Brasil, justo frente a Leticia. Es hogar de unas 3.000 personas que viven del comercio fronterizo. Sin embargo, su origen es geológicamente reciente y no estaba contemplada en la asignación original de islas en 1929, lo que la convierte en un territorio jurídicamente disputado.
Colombia alega que la soberanía sobre esta y otras islas formadas después de 1929 debe definirse bilateralmente, algo que ha reiterado en varias notas de protesta tras la promulgación, en 2025, de la Ley peruana de creación del distrito de Santa Rosa de Loreto, con sede en esa isla.
Isla Santa Rosa (Loreto). Crédito: Colprensa
¿Qué dice Colombia oficialmente?
Un comunicado de la Cancillería colombiana fue claro:
“La isla Santa Rosa es una formación surgida con posterioridad a la única asignación de islas realizada en 1929. Por lo tanto, debe surtirse un proceso de asignación de común acuerdo entre Cancillerías.”
El Ministerio de Relaciones Exteriores se permite informar a la opinión pública que:
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) August 5, 2025
· La “Isla de Santa Rosa” es una formación surgida en el curso del río Amazonas, con posterioridad a la única asignación de islas realizada entre los dos países en el año 1.929, y que, por lo… pic.twitter.com/qFEUk4YERC
Colombia también urgió a Perú a reactivar la COMPERIF, estancada desde hace años, para evitar que decisiones unilaterales escalen en conflictos mayores. Rafael Orozco, director para la Integración Fronteriza, subrayó que se está solicitando una resolución basada en metodología técnica y diplomática.
Rafael Orozco, director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza, confirma que #Colombia ha presentado una nota de protesta al Gobierno de Perú con el fin de que se “decida la soberanía de las islas surgidas en el curso del río Amazonas después de 1929”, esto tras la… pic.twitter.com/9qs0L6EWEk
— Minuto60 (@minuto60com) August 5, 2025
¿Y qué responde Perú?
Luego de que el presidente Gustavo Petro denunciara públicamente que el Gobierno del Perú ha ocupado territorio colombiano en la región amazónica, violando presuntamente el Protocolo de Río de Janeiro de 1934, la Cancillería peruana respondió con firmeza.
A través del Comunicado Oficial, el Gobierno del Perú expresó su más enérgica protesta frente a las declaraciones emitidas desde Bogotá, defendiendo lo que considera una actuación legítima sobre territorio que ha estado bajo su jurisdicción de manera continua por más de un siglo.
La respuesta oficial, emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, rechaza categóricamente las notas diplomáticas enviadas por Colombia, y reafirma que la creación del distrito de Santa Rosa de Loreto, aprobada por el Congreso peruano y publicada como ley en julio, se realizó dentro del marco constitucional y respetando los tratados internacionales vigentes, en particular el Tratado de Límites de 1922 y su Protocolo de 1934.
En su argumentación, Perú sostiene que la localidad de Santa Rosa se encuentra en la isla Chinería, asignada a su soberanía desde 1929, y al oeste de la línea del thalweg, que marca el límite internacional con Colombia en el río Amazonas.
📄Comunicado Oficial 032-25: El Gobierno peruano expresa su protesta por declaraciones del Gobierno de Colombia sobre integridad territorial del Perú.
— Cancillería Perú🇵🇪 (@CancilleriaPeru) August 5, 2025
👉https://t.co/zgrhes6J1M pic.twitter.com/CWGtYdZ17A
Además de este pronunciamiento, el excanciller peruano Javier González-Olaechea consideró “superado” un incidente anterior, la reciente denuncia de Petro vuelve a tensar la relación.
No es extraño en el señor presidente de Colombia cuando se refiere al Perú, porque la frontera está claramente establecida entre el Perú y Colombia a través del Tratado Salomón-Lozano (que acordó los límites entre ambos países), que fue suscrita en marzo de 1922. Y que puso fin a un prolongado conflicto territorial entre ambas naciones.
Consultado sobre la reacción que debería adoptar el Ministerio de Relaciones Exteriores, González señaló que la respuesta debe ser respetuosa, pero bien escrita:
Frente a los señalamientos de Petro. es necesario reafirmar que el tratado Salomón-Lozano establece con toda claridad la frontera entre Perú y Colombia.
¿El Amazonas está cambiando de curso?
Un ángulo poco abordado pero crucial es el cambio del cauce del Amazonas. Un estudio del Laboratorio de Estudios Hidráulicos de la Universidad Nacional de Colombia, en 1993, ya advertía que el 70% del caudal del río se desviaba hacia canales peruanos. En 2025, solo el 19,5% del río fluye por territorio colombiano.
Esto no solo representa un riesgo ambiental, sino también económico y geopolítico, ya que podría dejar a Leticia sin acceso directo al río Amazonas para 2030, afectando su economía y conectividad. Este fenómeno también tiene consecuencias sobre el criterio jurídico del thalweg, ya que la frontera se basa en un cauce cambiante.
Río Amazonas. Crédito: Colprensa
¿Qué implicaciones tiene esta disputa?
1. Soberanía amenazada: Petro considera que la instalación de un municipio peruano en territorio disputado es una amenaza directa a la integridad territorial de Colombia.
2. Riesgo económico: La posible pérdida de acceso al río por parte de Leticia pondría en jaque su rol como puerto comercial.
3. Tensión diplomática: El conflicto puede escalar si Perú mantiene su postura sin dialogar en el marco de la COMPERIF.
4. Debate jurídico y ambiental: ¿Qué sucede cuando un río fronterizo cambia su curso? ¿Debe modificarse la frontera en consecuencia?
Diplomacia, presión y símbolos
El presidente Petro aseguró que se usarán primero los canales diplomáticos, pero no dudó en advertir que Colombia defenderá su soberanía “con firmeza”. La elección de Leticia como sede del 7 de agosto no es casual: es una señal política, simbólica y estratégica en un momento de alta tensión.
La comunidad internacional, hasta ahora, guarda silencio. Pero con antecedentes bélicos entre Colombia y Perú en el siglo XX, y con el control del Amazonas en juego, este conflicto podría escalar si no se reactivan los mecanismos diplomáticos conjuntos.
¿Una nueva disputa amazónica?
El caso de la isla Santa Rosa es apenas una arista de una problemática más profunda: la fragilidad de acuerdos centenarios frente a transformaciones geográficas, disputas de soberanía y decisiones políticas unilaterales.
La pregunta hoy no es solo si Santa Rosa es de Colombia o Perú. Es si los mecanismos binacionales aún funcionan frente a los nuevos desafíos del siglo XXI. Y si los gobiernos serán capaces de preservar la paz en una región donde la historia ya conoce el precio del conflicto.