Actualizado 7 de octubre de 2025 - 8:00 p. m.
En París, el legado de Mario Vargas Llosa brilla
La ciudad de las luces celebra al escritor latinoamericano que “se hizo en Francia” y sus hijos cuentan detalles inéditos de sus últimos días.
Periodista Digital
Homenaje a Mario Vargas Llosa en París. Crédito: Colprensa.
París rindió este martes un homenaje al escritor peruano Mario Vargas Llosa, fallecido en abril, recordando la relación de este "hombre excepcional" con Francia, en un acto donde sus hijos contaron anécdotas inéditas de sus últimos años de vida.
Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010 y uno de los autores más leídos en lengua española, vivió muchos años en París, donde "se hizo escritor", como solía decir.
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Un “caballero sin miedo”
El autor de La ciudad y los perros, fallecido el 13 de abril a los 89 años, era un "hombre excepcional", dijo el martes en la Maison de l'Amérique Latine Amin Maalouf, secretario perpetuo de la Academia Francesa, donde el escritor peruano ingresó en 2023.
Vargas Llosa "luchaba por sus ideas como un valiente caballero de antaño, sin miedo. Se podían criticar sus elecciones, sus preferencias, sus afinidades, pero nunca se le podía acusar de disimulo o duplicidad", dijo.
Algunas obras de Vargas Llosa. Coprensa.
¿Cómo fueron sus últimos días?
Dos de los tres hijos del escritor, que también tenía nacionalidad española, estaban presentes en el homenaje y desgranaron algunas anécdotas nunca contadas en público, según ellos.
"Las últimas semanas de su vida fueron muy difíciles, ya que padecía trastornos cognitivos y sus fuerzas físicas y defensas inmunitarias se habían debilitado considerablemente", contó su hijo mayor, Álvaro.
Pese a ello, establecieron "un ritual diario", que consistía en visitar algunos de los lugares de Lima, en los que había situado varios pasajes de sus historias, para "hacerle sentir que él mismo era un personaje de esas novelas", recordó.
Durante algunos de esos paseos "sin motivo aparente (...) de repente se ponía a hablar en francés", añadió. "A veces conversaba en francés con su enfermero venezolano (...) A veces hablaba solo, recordando algún episodio de su vida".
En el penúltimo día de su vida, prosiguió su hijo, mientras le leía textos literarios en diferentes idiomas, "era evidente que le emocionaba especialmente escuchar versos en francés".
"Cuando le leí 'Le bateau ivre' de Rimbaud, me dijo que recordaba el ritmo, pero no las palabras", contó.
Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Bogotá, 2014. Colprensa.
El legado de un autor universal
Su hermano Gonzalo, que no aparece tanto en público como Álvaro, también recordó momentos que le marcaron de su padre, como cuando le pidió que le acompañara a visitar un orfanato en los Andes.
En ese momento, Gonzalo, de unos 20 años, decidió que quería dedicarse a trabajar con las víctimas de violencia. Cuando se lo dijo a su padre, le contestó: "Eres un joven influenciable. Quizás cambies de opinión, quizás no. Tú decides, lo importante es encontrar tu pasión, sea cual sea".
Vargas Llosa, autor de obras tan conocidas como Conversación en La Catedral o La tía Julia y el escribidor, obtuvo además del Nobel, el Cervantes, el Rómulo Gallegos y el Príncipe de Asturias, entre muchos otros galardones.
*Con información de AFP.