Actualizado 24 de septiembre de 2025 - 9:30 p. m.
Entre tradición y riesgo: los licores artesanales que marcan regiones del país
Expertos advierten que la ausencia de controles sanitarios en la elaboración de estos licores artesanales puede poner en riesgo la salud humana.
Periodista Digital
Licor artesanal.Crédito: PEXELS
En la mañana del miércoles 24 de septiembre, las autoridades confirmaron la muerte de nueve personas en Barranquilla tras una aparente intoxicación con cococho, un licor adulterado que, según reportes preliminares, se estaría comercializando de forma clandestina en botellas plásticas en varios puntos de la costa Caribe.
De acuerdo con medios locales, este trago ilegal no es nuevo, desde al menos 15 años ha dejado un rastro de muertes en la capital del Atlántico, al tiempo que ha representado millonarias ganancias para estructuras delincuenciales que distribuyen hasta mil botellas en un solo fin de semana en el suroriente de la ciudad.
¿Qué es el cococho?
El cococho es un licor artesanal típico de la región norte de Colombia, tristemente célebre por provocar ceguera y muertes entre sus consumidores. Su elaboración incluye alcohol etílico mezclado con metanol, un compuesto altamente tóxico para el sistema nervioso central y el nervio óptico.
En la mayoría de los casos, la intoxicación con metanol causa pérdida irreversible de la visión y, en dosis más altas, la muerte.
Diferencias con el aguardiente
A diferencia del aguardiente —una bebida destilada de entre 29% y 60% de alcohol por volumen, obtenida de la fermentación de caña de azúcar, frutas u otros insumos—, el cococho no cuenta con procesos controlados de producción ni garantías sanitarias.
En Bogotá, existe un equivalente igualmente peligroso conocido como Chamberlain o Chamber, mezcla elaborada de manera casera con alcohol antiséptico, alcohol industrial y otros ingredientes como leche condensada, chocolate en polvo, refrescos y agua. La bebida es considerada de altísima peligrosidad por sus efectos tóxicos.
Otros licores artesanales en Colombia
Colombia cuenta con una amplia tradición de bebidas artesanales, muchas de ellas con profundo arraigo cultural. Entre las más reconocidas están:
Bolegancho: típico de la provincia de Ocaña (Norte de Santander) y Río de Oro (Cesar), preparado con panela y otros insumos locales.
Tapetusa: originaria del Oriente antioqueño, a base de maíz, panela y caña de azúcar.
Viche: tradicional en el Pacífico, de gran valor cultural para comunidades afrodescendientes.
Chirrinchi: propio de La Guajira y presente también en el altiplano cundiboyacense.
Chapil: aguardiente característico de Nariño, elaborado a partir de jugo de caña fermentado y luego destilado.
Caña de azucar, la base del aguardiente artesanal.
Aunque forman parte de la identidad cultural y se consumen con frecuencia en reuniones familiares o celebraciones populares, expertos advierten que la ausencia de controles sanitarios en la elaboración de estos licores artesanales puede poner en riesgo la salud de los consumidores. Entre los principales peligros señalados se encuentran:
Intoxicación por metanol o alcohol de madera.
Contaminación con sustancias nocivas durante el proceso de producción.
Transmisión de enfermedades infecciosas por falta de higiene.
Efectos adversos propios del consumo excesivo de alcohol.