Actualizado 11 de septiembre de 2025 - 10:56 a. m.
La descertificación: un golpe que pondría en jaque la cooperación entre Colombia y Estados Unidos
La descertificación podría frenar apoyos en seguridad, debilitar la cooperación internacional y enviar un duro mensaje político al Gobierno Petro.
Periodista Digital
Colombia, ante el riesgo de perder la certificación antidrogas de EE. UU.Crédito: Colprensa
La certificación antidrogas es un mecanismo creado por la ley contra el Abuso de Drogas de 1986 en Estados Unidos, que obliga al presidente de ese país, a evaluar anualmente la colaboración de otros países en la lucha contra las drogas y podía resultar retirada de ayuda o en sanciones para los no certificados. Esta certificación fue creada como parte de una reforma antidrogas más amplia, en respuesta a la preocupación de los votantes estadounidenses por la violencia y la adicción provocadas por los narcóticos, por tal razón, se obliga al presidente de Estados Unidos a informar cada año al Congreso qué países productores o de tránsito de drogas, cumplen con los compromisos internacionales en la lucha contra el narcotráfico.
Cada año se publica un informe conocido como Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, que detalla la situación del narcotráfico en cada país evaluado. El más reciente deja en evidencia los desafíos del Gobierno colombiano para enfrentar el narcotráfico. Colombia ha sido certificada durante las últimas tres décadas. Sin embargo, la persistencia y el aumento de cultivos de cocaína, que alcanzaron las 264.000 hectáreas en 2024, la cifra más alta desde que existen registros de la ONU, ha puesto en riesgo ese estatus.
Colombia y el respaldo de EE. UU. en la lucha contra el narcotráfico. Crédito: Colprensa
Cuando un país es descertificado, se activan una serie de sanciones:
Suspensión de hasta el 50 % de la asistencia exterior otorgada por los Estados Unidos.
Bloqueo de créditos en organismos multilaterales como el Fondo Monetaria Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
Restricciones comerciales y limitación de cooperación militar.
Suspensión de la mayoría de las formas de asistencia exterior, con excepciones para la ayuda humanitaria y los programas antinarcóticos, de acuerdo con los lineamientos de la DEA.
¡𝐃𝐄𝐒𝐌𝐀𝐍𝐓𝐄𝐋𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐄𝐉𝐎 𝐂𝐎𝐂𝐀𝐈𝐍𝐄𝐑𝐎! En zona rural de Alisales, de la ciudad de Pasto (Nariño), la Policía Nacional, en coordinación con el @COL_EJERCITO, destruyó un complejo para la producción de cocaína, donde incautó 757 kilos del alcaloide e incautó… pic.twitter.com/T9t3SWgmLr
— Mayor general Carlos Fernando Triana Beltrán (@DirectorPolicia) September 2, 2025
El peso de la decisión
La certificación suele emitirse en septiembre de cada año. Para Colombia, la fecha límite es el 15 de septiembre, cuando el presidente Donald Trump deberá anunciar si mantiene el respaldo o si aplica la descertificación.
Este proceso es coordinado por el Departamento de Estado, con apoyo de agencias como la DEA y la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL).
La canciller colombiana Rosa Villavicencio aseguró que Colombia merece mantener el estatus de país que colabora contra este flagelo. Sin embargo, reconoció que se trata de una decisión política:
Es una decisión política y eso le corresponde a Estados Unidos. Nosotros defendemos la soberanía de nuestro territorio y seguramente esto puede causar alguna situación de tensión por el momento que estamos viviendo. Pero si se mira desde lo objetivo, desde lo que hemos hecho, el compromiso y el costo social en vidas y muertes militares, lo justo sería mantener la certificación.
Con dignidad, el Gobierno del Cambio le está cumpliendo a los colombianos en la lucha contra el narcotráfico, alcanzando resultados históricos que fortalecen la seguridad, defienden la soberanía y posicionan a Colombia en el mundo. ¡Con Dignidad Cumplimos! pic.twitter.com/kQ8pSUp9NN
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) September 10, 2025
Las cifras de Colombia en la lucha antidrogas
Los números muestran avances y retrocesos:
En 2024, Colombia incautó 960 toneladas métricas de cocaína y base de cocaína, un aumento del 14 % frente a 2023. Aunque, el cultivo de coca aumentó un 10% entre 2022 y 2023, alcanzando las 253.000 hectáreas, según el informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI).
Entre enero y septiembre de 2024, se incautaron 3.36 toneladas métricas de precursores sólidos y 4.738 galones de precursores líquidos, según el Departamento de Estado.
El Gobierno de Gustavo Petro busca reducir el cultivo de coca en un 40% y lograr la transición de 50.000 pequeños cocaleros a medios de vida lícitos para 2026. El propio ministro de Defensa, Pedro Sánchez, advirtió que perder la certificación sería un “triunfo para las mafias”.
Estas son las 3 toneladas de cocaína incautadas llegando a Islas Canarias saliendo de la Guajira .
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 11, 2025
Coordinación de policía nacional de Colombia, FBI, guardia nacional española, autoridades de Portugal. pic.twitter.com/tnr7KgMm1F
El contexto político y diplomático
La llegada de Donald Trump nuevamente a la Casa Blanca ha tensado la relación bilateral. Las decisiones de Gustavo Petro de cuestionar la estrategia militar antidrogas y su postura crítica frente a Washington han reducido el respaldo político en el Congreso estadounidense.
El exembajador de EE. UU. en Colombia Kevin Whitaker asegura que Estados Unidos tiene todo el derecho de estar decepcionado con el desempeño del gobierno Petro en materia de erradicación, así como de estar perplejo ante el aparente rechazo de Petro a la tesis de la ‘responsabilidad compartida’ que sustenta la relación moderna contra el narcotráfico.
Si la administración Trump decide descertificar a Colombia, será clave establecer exenciones (waivers) que permitan mantener programas de cooperación en seguridad.
Expertos como Michael Shifter, del Diálogo Interamericano, creen que lo más probable es una descertificación parcial con waiver, que enviaría un mensaje político de sanción, pero mantendría la cooperación en áreas estratégicas.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, afirmó que Colombia ha decomisado “toneladas de cocaína como nunca antes” y advirtió que una eventual descertificación afectaría la cooperación bilateral y favorecería a las mafias.
Con este hombre del Gobierno, el general Triana @DirectorPolicia, sí depende la certificación. Es un excelente policía y se le muestra al mundo cómo el presidente @petrogustavo lucha contra el narcotráfico y es el Gobierno que más ha incautado toneladas de cocaína. Los otros… https://t.co/Xu4u67p5Dy
— Armando Benedetti (@AABenedetti) September 10, 2025
Consecuencias de la descertificación
De concretarse, la descertificación tendría impactos inmediatos y profundos. Desde el punto de vista comercial, la descertificación no implica la imposición de aranceles. No obstante, puede generar incertidumbre, barreras indirectas al comercio y afectar la percepción de los mercados internacionales. La suspensión o ralentización de programas de cooperación (USAID), la reducción del respaldo de organismos multilaterales y el aumento del riesgo país son efectos posibles, incluso sin medidas explícitas.
Seguridad: Pérdida de cientos de millones de dólares en cooperación militar, equipos e inteligencia.
Economía: Restricciones comerciales y riesgo para inversiones extranjeras; el turismo estadounidense, que genera más de 2 billones de pesos anuales, también podría resentirse.
Diplomacia: Colombia pasaría a integrar la lista negra junto a países como Venezuela y Myanmar, debilitando su influencia en organismos internacionales.
“Sería contraproducente. La agenda bilateral con Estados Unidos es más amplia que las drogas, incluye comercio, migración y seguridad regional”, afirmó Daniel García-Peña, embajador colombiano en Washington.
A Colombia ya le pasó
La única vez que Estados Unidos descertificó a Colombia en la lucha contra las drogas fue en 1996 y 1997, durante el gobierno de Ernesto Samper. La decisión estuvo directamente relacionada con el escándalo del Proceso 8.000, que vinculó la campaña presidencial de Samper con dineros del Cartel de Cali. Estados Unidos con su presidente Bill Clinton, consideró entonces que el país no estaba colaborando lo suficiente en la lucha antidrogas y retiró su aval.
La descertificación significó un fuerte golpe diplomático y económico, pues Colombia quedó aislada en la cooperación internacional y bajo fuerte presión de los organismos multilaterales. Sin embargo, en 1998, tras la llegada de Andrés Pastrana a la presidencia y el lanzamiento del Plan Colombia, el país volvió a ser certificado.
Estados Unidos ya descertificó a Colombia durante el gobierno Samper. Foto: redes sociales
Desde entonces, pese a las críticas recurrentes de distintos gobiernos de EE. UU. incluido el de Donald Trump en su primer mandato, Colombia ha logrado mantener la certificación año tras año, en gran parte por su papel estratégico en la lucha contra el narcotráfico en el hemisferio.
Un dilema en la lucha contra el narcotráfico
El gobierno de Petro insiste en un cambio de enfoque, centrado en atacar las causas sociales del narcotráfico y no solo en la erradicación forzada. Sin embargo, Washington sigue priorizando las hectáreas de coca eliminadas como indicador clave.
De ser descertificado, Colombia podría perder cientos de millones en ayuda militar y policial, enfrentar sanciones económicas y restricciones de visado. Sus lazos históricos con Estados Unidos quedarían gravemente golpeados.
¡𝗘𝗡𝗖𝗨𝗘𝗡𝗧𝗥𝗢 𝗖𝗢𝗡 𝗗𝗜𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢𝗥 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗗𝗘𝗔! A instancias del señor Embajador de Colombia en Estados Unidos comenzamos a desarrollar agenda estratégica binacional para fortalecer la lucha contra el flagelo mundial del narcotráfico y otras manifestaciones del… pic.twitter.com/oJryXaauYS
— Mayor general Carlos Fernando Triana Beltrán (@DirectorPolicia) September 10, 2025
La descertificación, que en años anteriores parecía un escenario lejano, hoy se cierne con más fuerza sobre Colombia en un contexto político y de seguridad sumamente delicado. Las tensiones entre Gustavo Petro y Donald Trump se intensificaron con el despliegue de buques estadounidenses en el Caribe y la ofensiva de Washington contra el narcotráfico, al punto de catalogar a los grupos criminales como terroristas y lanzar ataques con drones contra lanchas sospechosas. Además, Estados Unidos clasificó a Nicolás Maduro como jefe del cartel de los Soles.
Mientras tanto, Colombia alcanzó en 2023 un récord histórico de 253.000 hectáreas de coca sembrada, un dato que golpea la credibilidad del país en su cooperación antidrogas.
Este panorama se cruza con el debate sobre el regreso de la fumigación aérea con glifosato, suspendida desde 2017 por sus impactos en salud y medioambiente. Petro, que en campaña rechazó esa estrategia, ahora la plantea como alternativa ante el recrudecimiento de la violencia y los repetidos ataques contra el Ejército en zonas cocaleras. Su giro de postura refleja la tensión entre la presión internacional, las exigencias internas de seguridad y el desafío histórico de reducir los cultivos ilícitos sin fracturar más la confianza en las comunidades rurales.
Dada la tactica mafiosa de oponer personal civil al ejercito, la corte constitucional debe reconsiderar su sentencia.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 8, 2025
Allí donde la ciudadanía ataque al ejército habrá fumigacion aérea.
La decisión se conocerá en cuestión de días. Para algunos analistas, más allá de los números, se trata de un mensaje político que reflejará el nivel de confianza que la Casa Blanca aún deposita en Colombia como aliado estratégico en la lucha contra las drogas.