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9 de diciembre de 2025
Actualizado 12 de noviembre de 2025 - 10:30 p. m.

Armero en fotografías: 40 años de la tragedia que partió en dos la historia de Colombia

El 13 de noviembre de 1985, a las 11:30 p. m., el primer lahar, una masa espesa de lodo, piedra y árboles, impactó a la población tolimense.

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Una camioneta enterrada en el lodo luego de la tragedia. Crédito: Foto suministrada

Se cumplen 40 años del desastre natural más devastador en la historia de Colombia: la tragedia de Armero. La noche del 13 de noviembre de 1985, la vida de cerca de 23.000 personas fue arrebatada en cuestión de horas, un evento que no solo borró del mapa a la próspera “Capital Arrocera de Colombia”, sino que también expuso una dolorosa mezcla de negligencia estatal, falta de prevención y la furia incontrolable del volcán Nevado del Ruiz.

Hoy, la zona es un cementerio a cielo abierto, un lugar de peregrinación y memoria, donde la naturaleza ha reclamado el espacio de lo que un día fue un vibrante municipio. Recordamos esta fecha con una galería fotográfica ilustrativa que nos permite dimensionar el horror y el dolor de aquella noche fatídica y los días que le siguieron, imágenes que se han convertido en símbolos universales de la catástrofe.

(Vea también: ‘Armero: 40 años con ciencia volcánica’, el documental que revive la tragedia y el aprendizaje del Nevado del Ruiz)

El contexto de la tragedia anunciada

Armero, en el departamento del Tolima, era una ciudad floreciente y productiva. Sin embargo, en las alturas, el Nevado del Ruiz llevaba un año mostrando señales de actividad volcánica creciente. Desde finales de 1984 y a lo largo de 1985, se registraron sismos, aumento de la temperatura y la caída de ceniza volcánica en los municipios cercanos.

Los científicos emitieron alertas, se elaboraron mapas de riesgo, e incluso hubo debates en el Congreso alertando sobre el peligro inminente de una erupción que, al derretir la capa de hielo de la cima, generaría enormes lahares (flujos de lodo, escombros y agua).

A pesar de las advertencias, la respuesta de las autoridades fue lenta e insuficiente, y en algunos casos, tranquilizadora en exceso. La población, acostumbrada a los ruidos del volcán y en medio de una falta de información clara y oportuna, decidió no evacuar. La atención del país, además, se encontraba concentrada en los sucesos dramáticos de la toma del Palacio de Justicia en Bogotá, ocurrida días antes, lo que desvió recursos y atención.

La noche del 13 de noviembre, a las 9:09 p. m., el volcán Nevado del Ruiz hizo erupción. A las 11:30 p. m., el primer lahar, una masa espesa de lodo, piedra y árboles que descendió a gran velocidad por el cauce de los ríos, impactó a Armero, atrapando a sus habitantes mientras dormían. En pocos minutos, la ciudad fue sepultada bajo metros de material volcánico.

Las imágenes del desastre

Volcán Nevado del Ruiz - Tragedia de Armero

Volcán Nevado del Ruiz y la actividad volcánica. Crédito: Foto suministrada

Lahar tragedia de Armero

Consecuencia de las crecientes en la naturaleza. Crédito: Foto suministrada

Lahar llevándose todo a su paso - Tragedia de Armero

Lahar enterrando todo lo que encuentra a su paso. Crédito: Foto suministrada

Lahar - Tragedia de Armero

Dimensión del lahar que bajó de la montaña y enterró la población. Crédito: Foto suministrada

Armero bajo el lodo

Armero bajo el lodo. Crédito: Foto suministrada

Armero bajo el lodo

Casas destruidas y carros enterrados en el lodo. Crédito: Foto suministrada

Un niño víctima de la tragedia cubierto de lodo.

Un niño, sobreviviente de la tragedia, cubierto de lodo. Crédito: Foto suministrada

Sobrevivientes enterrando a víctimas de la tragedia.

Sobrevivientes enterrando a víctimas de la tragedia. Crédito: Foto suministrada

Rescatistas de la tragedia prestando los primeros auxilios.

Rescatistas de la tragedia prestando los primeros auxilios. Crédito: Foto suministrada

Rescatista de Armero tratando de esquivar el lodo.

Rescatista de Armero tratando de esquivar el lodo. Crédito: AFP

Sobrevivientes movilizando a un herido para que reciba los primeros auxilios.

Sobrevivientes movilizando a un herido para que reciba los primeros auxilios. Crédito: AFP

Las cifras de la ausencia y la deuda social

El balance final de la tragedia de Armero fue devastador: entre 23.000 y 25.000 personas murieron. Casi la totalidad de la población del municipio desapareció o perdió la vida, y miles de niños quedaron huérfanos o fueron declarados como “niños perdidos”, dando paso a décadas de búsquedas por parte de familias separadas.

Hoy, las ruinas de Armero son un camposanto inmenso, donde las cruces y las flores recuerdan a quienes allí quedaron. La tragedia no solo dejó una cicatriz geográfica, sino también una profunda deuda social y moral. Impulsó la creación de nuevos sistemas de alerta temprana y fortaleció la gestión del riesgo en Colombia, buscando que los errores de 1985 jamás se repitan.

Armero ya no existe como municipio, pero su historia, sus víctimas y la lección de la furia de la naturaleza y el costo de la indiferencia permanecen vivos en la memoria colectiva del país. Luego de 40 años, el compromiso es mantener viva la memoria para honrar a los que se fueron y asegurar que el dolor de esa noche no haya sido en vano.

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