El juicio en contra del expresidente Álvaro Uribe tendrá, después de mucho tiempo, una primera determinación frente a si es culpable o no de manipulación de testigos. Ha sido un proceso largo, que incluso pasó por la Corte Suprema de Justicia cuando era senador, y que en esta fase decisoria coincide con el año preelectoral.Mientras él espera el sentido del fallo que se conocerá el próximo 28 de julio y sus abogados han salido a exponer los argumentos por los que consideran que debe ser absuelto, todos los miembros del Centro Democrático se han pronunciado a su favor. Su hijo Tomás Uribe fue más allá y ratificó una propuesta que ya se había mencionado: que sea fórmula vicepresidencial de quien llegue a representarlos en los comicios de 2026.La propuesta genera un debate jurídico sobre si podría o no, pero más allá de eso, el hijo del expresidente enfocó la idea en la intención de “neutralizarlo” de cara al otro año. Una narrativa que puede tener bastante eco en épocas electorales.“(…) Álvaro Uribe es el único líder que puede unir a la oposición democrática. Petro y Santos buscan neutralizarlo judicialmente antes de 2026, conscientes de que su participación, especialmente como vicepresidente, sería clave para derrotarlos”, expresó en una misiva.¿El único líder?Fuera del contexto judicial, el partido del expresidente no tiene tan claro su camino electoral. Mientras los precandidatos tratan de posicionarse, el senador Miguel Uribe sigue luchando por su vida tras el atentando del pasado 7 de junio en Bogotá. El expresidente, por más que esté en en juicio, no puede dejar de lado que es fundamental para que su colectividad tome rumbo.“Álvaro Uribe sigue siendo el vector y el factor político más importante (…). Es normal que el Centro Democrático piense -incluso algunos outsider pensasen-, en que Uribe pudiese acompañarlos como fórmula”, afirma Enrique Serrano, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario.Su importancia en la colectividad también la reconoce Yann Basset, director del Grupo de Estudios de la Democracia de la misma universidad, dado a que el partido se creó alrededor del expresidente.“Puede tener que ver con la competencia que hay en este momento en el Centro Democrático y (…) la reivindicación de su herencia política es una forma, por parte de los principales precandidatos, de aparecer como una opción legítima del partido en este sentido. Es una especie de competencia para aparecer como uno de los más fieles del legado de Álvaro Uribe”, afirma.Un fallo en época prelectoralCon el escenario descrito y un juicio en el que la contraparte es de izquierda, los comentarios políticos suelen sobrepasar los argumentos jurídicos, y el pronunciamiento del próximo 28 de julio, afirma Serrano, puede influir significativamente en las votaciones.“Está a la luz que el caso por el cual está siendo juzgado está saturado de una condición política exacerbada. (…) Entonces por eso curiosamente un personaje que está relativamente recluido y que había podido quedar de lado en la contienda política de 2026 se ha vuelto a convertir en un factor importantísimo”, afirma.Para Serrano, hay una pugna ideológica alrededor que se relaciona con la historia política reciente por lo que se realzan los matices.“Sea cual sea el resultado del juicio 28 de julio la imagen de Uribe, para ganadores como para perdedores, para él y sus contradictores, decidirá buena parte de los elementos de la campaña o de las campañas que se lanzarán a finales de este año o a comienzos de 2026”, dice.Para Basset, la importancia política radica más al interior de la colectividad porque termina siendo el que permite la conexión y resolver conflictos internos.“Salvar a Uribe es una referencia incontestable dentro del partido. Ya no tiene la popularidad grande que tenía en otras épocas pero, por lo menos, entre los fieles es una referencia que permite resolver conflictos internos y mantener la fidelidad de esta base”, explica.¿Puede ser vicepresidente?Algunos dan por sentado que no puede ser vicepresidente porque la función específica de este cargo es reemplazar al presidente si llega a faltar y en Colombia no está permitida la reelección. Esto, claro, sería el único ‘pero’ siempre que no se dé una condena en su contra.Sin embargo, el abogado constitucionalista José Manuel Charry, señala que no hay una prohibición expresa que evite que lo sea.“En el caso de la reelección presidencial está prohibido elegir a un presidente que ya ha sido presidente. El vicepresidente no tiene una inhabilidad en ese sentido, ni una prohibición expresa. Técnicamente hablando no prohíbe que un presidente se postule para ser elegido vicepresidente”, explica.El punto de discusión, señala, es si hacerlo determinaría un fraude a la Constitución, al eludir los efectos de la normatividad existente por una vía distinta.