Una tragedia ocurrió en uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Vietnam. Al menos 34 cuerpos fueron recuperados y 11 personas lograron ser rescatadas con vida tras el naufragio de un barco turístico en la bahía de Halong, en la provincia de Quang Ninh.De acuerdo con medios estatales, el barco Wonder Sea transportaba 53 personas a bordo, entre ellas 48 turistas y cinco tripulantes, cuando fue sorprendido por una fuerte tormenta. La embarcación volcó en cuestión de minutos y posteriormente perdió la señal del GPS. Las condiciones del clima han dificultado las labores de rescate. Redes sociales Condiciones climáticas complican el rescateLas autoridades vietnamitas desplegaron un gran operativo que incluye a la marina, guardia fronteriza, policía y autoridades portuarias. En total, 27 barcos y dos embarcaciones de rescate se movilizaron al lugar del siniestro, ubicado cerca de la cueva Dau Go, una de las formaciones más grandes y visitadas de la bahía.Sin embargo, las intensas lluvias y la escasa visibilidad al caer la noche han dificultado las operaciones de búsqueda, lo que hace temer que el número de víctimas pueda aumentar.Se desconoce la nacionalidad de las víctimasHasta el momento no se ha confirmado la nacionalidad de las personas que viajaban a bordo, aunque se presume que había turistas extranjeros, ya que la bahía de Halong es uno de los destinos más visitados de Vietnam y un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, famoso por sus más de 1.600 islas e islotes de piedra caliza.Las autoridades locales han señalado que la prioridad es la búsqueda de los desaparecidos y la asistencia a los sobrevivientes, mientras se investiga qué fallos de seguridad pudieron contribuir a la tragedia.Un destino turístico bajo la sombra del desastreLa bahía de Halong, ubicada a unos 170 kilómetros al este de Hanói, recibe millones de visitantes cada año. El turismo en la zona depende en gran parte de excursiones en barco para recorrer las islas, cuevas y paisajes que la han convertido en un ícono mundial.No obstante, el incidente vuelve a poner en la mira las medidas de seguridad en las embarcaciones turísticas, especialmente durante la temporada de tormentas en el sudeste asiático.