Prometían cuerpos perfectos, resultados inmediatos y precios irresistibles. En redes sociales, su publicidad se mezclaba entre videos aspiracionales, testimonios falsos y ofertas que parecían un milagro. Lo que nadie imaginaba era que detrás de ese “sueño estético” se escondía una red de falsas cirujanas que terminó dejando un rastro de dolor, engaños y cicatrices profundas en Medellín.El procedimiento más promocionado era una lipólisis láser con transferencia glútea, un tratamiento que supuestamente moldeaba el cuerpo sin riesgos ni bisturí.Lea también: Nueva captura por magnicidio de Miguel Uribe TurbaySin embargo, este fue el gancho con el que tres mujeres atrajeron a por lo menos 48 víctimas. Las citas se concretaban a través de mensajes directos y llamadas informales, y los procedimientos se realizaban en consultorios clandestinos, improvisados en casas de barrios residenciales de la capital antioqueña.Así eran los consultorios improvisados. Fiscalía General de la NaciónLas autoridades conocieron el caso tras la denuncia de 24 mujeres que aseguraron haber sufrido infecciones severas, deformidades permanentes y limitaciones funcionales. Detrás de las promesas de belleza rápida había quirófanos improvisados, jeringas reutilizadas y una práctica que desafiaba toda norma de salubridad.Según explicó Deicy Jaramillo Rivera, delegada para la Seguridad Territorial de la Fiscalía General de la Nación, las tres implicadas atendían en viviendas de los barrios Laureles, San Javier, Guayabal y Olaya Herrera, donde realizaban las cirugías sin licencia médica ni condiciones mínimas de asepsia.“Usaban anestesia local, administraban medicamentos y hacían masajes postquirúrgicos sin ninguna formación profesional”, precisó la funcionaria.Capturas de las falsas cirujanasTras varios meses de investigación, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) logró la captura de Jackeline Bedoya, María Paola Arango y Michel Chaverra Jaramillo, las presuntas responsables de esta red de procedimientos ilegales.Las tres mujeres capturadas. Fiscalía General de la NaciónDe acuerdo con la Fiscalía, las tres no contaban con títulos ni experiencia en medicina o cirugía estética, pero aun así ofrecían sus servicios como “expertas en remodelación corporal”.En la audiencia de legalización de captura, un juez de control de garantías les imputó tres delitos: concierto para delinquir, estafa agravada en modalidad de delito en masa y lesiones personales dolosas.Aunque las señaladas no aceptaron los cargos, deberán permanecer bajo medida de aseguramiento en centro carcelario mientras avanza el proceso judicial.Le puede interesar: Caen en Ecuador miembros de las disidencias con uniformes del Ejército de ColombiaDetrás de los filtros, las luces de redes sociales y la promesa de “cuerpos soñados”, este caso deja una lección dolorosa: la belleza nunca puede construirse sobre el riesgo ni la ilegalidad. En Medellín, 48 mujeres lo aprendieron del modo más cruel.