En la etapa más tranquila de su vida: El insólito accidente que llevó a Rigoberto Urán al quirófano

El infortunio sorprendió a Rigoberto Urán lejos de la carretera, lejos del pelotón, lejos del Tour, La Vuelta y del Giro. Esta vez no fue en un descenso a 100 kilómetros por hora ni en medio de una batalla en el Giro de Italia. El exciclista colombiano, retirado de la élite desde 2024, terminó en una sala de cirugía tras un insólito accidente doméstico: se cayó montando la bicicleta de su hija Carlota. El mismo exciclista de 38 años de edad, relató entre risas sus redes sociales. donde compartió imágenes de la radiografía que confirmaba la fractura de clavícula.

Mijitos, 20 años corriendo en Europa, bajando a 106 km/h en el Tour, podio en el Giro, Olímpicos… y me vengo a caer en la bicicleta de mi hija Carlota. Tranquilos, la bici sigue perfecta. El que no aguantó fui yo.

Rigo se cayó montando la bicicleta de su hija Carlota. Crédito - Instagram: @rigobertouran

Lo que parecía un tropiezo menor terminó en el quirófano de la Clínica El Campestre de Medellín, donde fue operado de urgencia. La cirugía fue exitosa, aunque el medallista olímpico deberá inmovilizar su brazo y pasar por un proceso de recuperación que modificó su agenda de compromisos: una rueda de prensa en Neiva fue reprogramada para octubre.

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El accidente en detalle

Urán contó que todo sucedió jugando con su hija en casa. Un mal movimiento bastó para que, de golpe, la clavícula, ya castigada en otras caídas de su carrera profesional, volviera a quebrarse. La escena, que podría haber sido dramática, terminó teñida de humor gracias a los comentarios jocosos de Rigo y de su esposa, Michelle Durango, quien ironizó:

Cómo les parece, pues el profesor que tengo para que les enseñe a mis hijos a montar bicicleta. Estoy más jodida y él dice que corrió el Tour de Francia, pero no se le nota.

El tono ligero contrastó con la crudeza de las imágenes que el propio Urán mostró en Instagram:

La placa de metal rota y un hueso partido otra vez. “No, qué huevonada. Toca es reírme y ya, ¿cierto?

 

Radiografía de la de clavícula de Rigoberto Urán. Crédito - Instragram: @rigobertouran

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Una vieja compañera: la clavícula rota

La clavícula ha sido para Rigo un punto débil y, a la vez, un símbolo de resistencia. Se fracturó en Bélgica en 2006, volvió a rompérsela en la Vuelta a España 2019, cuando además sufrió complicaciones pulmonares que lo llevaron a cuidados intensivos, y ahora, en la etapa más tranquila de su vida, volvió a ser noticia.

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¿Cómo está su salud?

El exciclista reapareció este viernes desayunando con cabestrillo y cuatro pastillas en la mesa. Aunque no se ha revelado cuánto durará la rehabilitación, los médicos le recomendaron reposo absoluto en el hombro para garantizar que el hueso suelde bien.

Urán, convertido en empresario y figura mediática, parece no perder el carisma que lo hizo único en el pelotón mundial. Ni la caída más inesperada logró quitarle su estilo y el buen humor que lo ha caracterizado siempre.

Rigoberto Urán en competencia. Crédito - Instragram: @rigobertouran

Porque si algo ha demostrado Rigoberto Urán es que ni los descensos del Tour ni las caídas más absurdas logran quitarle el humor. Esta vez no fue un rival ni una curva cerrada la que lo sacó de carrera, sino la bicicleta de su hija Carlota. Y aunque la clavícula volvió a pagar los platos rotos, él lo resume con la filosofía que lo ha acompañado toda la vida: reírse incluso cuando duele. Al final, como él mismo dice, “uno nunca sabe dónde está el peligro”, y parece que en casa también hay que llevar casco.