Gritando cada gol como si fuese el último que iba a celebrar, Ángelo Marsiglia dirigió el que, fácilmente, puede ser recordado como el partido más importante de su carrera. Con 39 años, no logró el título; pero demostró que desde el banco se puede inyectar de jerarquía a un equipo que, históricamente, no la ha tenido.El DT puso a funcionar como un relojito a las Chicas Superpoderosas; las hizo ver contundentes en ataque y sólidas en defensa; y sí, los errores son intrínsecos al juego; pero terminó el torneo invicto y le hizo partido a Brasil. ¿Cuál es su historia? ¿De dónde viene este estratega? ¿Por qué pudo pelearle a Brasil?La historia de Ángelo Marsiglia, técnico de la SelecciónEn las canchas de las divisiones menores del América de Cali fue donde Ángelo Marsiglia se dejó conquistar por la pecosa. A los 12 años empezó a jugar fútbol, un deporte que lo llevó a militar en la Primera B del fútbol nacional y a salir campeón con la Selección del Valle del Cauca. Aun así, su sueño no era estar en las canchas, o por lo menos no adentro; y a muy temprana edad decidió firmar su retiro.En ese momento, inició a labrar el camino por el que sí quería andar: el de formar atletas integrales en Colombia. Por esa razón, ingresó a la Escuela Nacional del Deporte, primero para graduarse como profesional en Deporte, y luego para convertirse en especialista en Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo.Su trabajo de grado se llamó: “Efectos de un programa de formación deportiva basado en la disciplina del fútbol para fomentar valores”; y con él ya daba una visión de lo que quería hacer en su vida profesional, desde un banco o desde una sede deportiva.Su primera oportunidad se dio en la misma Escuela Nacional del Deporte, donde pudo dirigir equipos masculinos y femeninos, para luego llegar a la Selección Femenina de Fútbol del Valle del Cauca y empezar a convertirse en uno de los promotores del fútbol femenino en Colombia.Con dicha selección logró alzar el trofeo del torneo nacional de fútbol en las categorías sub-15, sub-17 y sub-19, y obtener el segundo lugar con la categoría sub-16. Desde entonces, ya venía llamando la atención de la Selección Colombia Femenina, que se convertiría en su nueva casa, gracias a los buenos resultados con el equipo de su departamento.La llegada a la TricolorA la Tricolor llegó como asistente técnico de Nelson Abadía, quien dirigió al equipo nacional desde 2017 hasta 2023. Marsiglia se unió en los últimos años del proceso y participó en el subcampeonato de la Copa América Femenina 2022, así como en la histórica participación en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023.Tras la salida de Abadía, el joven técnico se convirtió en la opción perfecta para dirigir a la Selección Colombia Femenina y, luego de dos años, ha demostrado que su estilo de juego está para marcar diferencia. Claro, no todo ha sido fácil: en 2024 no logró tener un buen papel en los Juegos Olímpicos de París; y ahora, aunque seguramente dejó el alma en la cancha, tuvo que celebrar otro subcampeonato.“Esperamos hacer historia y llevar el título de Copa América por primera vez”, dijo antes del partido, y, aunque no lo cumplió, este 2 de agosto de 2025, demostró que desde la cabeza se puede luchar por dar más, así lo físico ya no aguante. La Selección Colombia Femenina volvió a colgarse la plata; pero, por primera vez, no da rabia decir: ¡Gracias, guerreras!