Actualizado 17 de octubre de 2025 - 6:17 p. m.
¿Qué tiene que ver Colombia con la reciente ola terrorista en Ecuador? Mencionan disidencias
En las últimas horas, el país vecino ha sido víctima de hechos de terror inéditos. Autoridades sospechan de movimientos desde Colombia.
Periodista Digital
Un carro bomba explotó en pleno centro financiero de Guayaquil, Ecuador.Crédito: Fiscalía Ecuador
El pasado 14 de octubre de 2025, Guayaquil, la segunda ciudad más importante de Ecuador, fue víctima de un atentado terrorista sin precedentes que dejó una persona muerta, al menos veinte heridos y pérdidas millonarias.
Un coche bomba estalló en pleno centro financiero, frente a un hotel de lujo y al centro comercial más grande de la ciudad, a las 6:30 de la tarde. Sin embargo, la tragedia pudo ser peor. Fuentes policiales confirmaron que eran dos vehículos cargados con explosivos de alto poder, pero solo uno detonó por un error en el sistema de activación remota. “La tragedia hubiera sido devastadora”, señalaron las fuerzas del orden.
El ataque ocurrió en un contexto de alta tensión política y social, ya que Ecuador enfrenta un paro nacional desde hace cerca de un mes, liderado por comunidades indígenas que rechazan la reciente decisión del Gobierno de Daniel Noboa de eliminar el subsidio al diésel, vigente por más de cincuenta años. La medida encareció el costo de los combustibles y ha provocado fuertes protestas.
Más explosiones en puentes y vías estratégicas
Ese no fue el único atentado del día. Dos cargas más fueron detonadas en puentes de regiones cercanas a Guayaquil: uno en Naranjal y otro en la vía que conecta las provincias de Azuay y El Oro, la cual quedó completamente inutilizada.
El ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg, declaró a medios de comunicación que las primeras investigaciones apuntan al grupo criminal Los Lobos como los responsables del atentado en Guayaquil y en los dos puentes. Se trata de una de las organizaciones más poderosas del país, con fuerte presencia en el narcotráfico y otras economías ilegales.
En efecto, Los Lobos han extendido su influencia en regiones fronterizas, desplazando a Los Choneros, agrupación debilitada tras la extradición a Estados Unidos de su máximo cabecilla, alias Fito.
Los Lobos no solo operan en el tráfico de drogas: también participan activamente en la minería ilegal, un negocio que ha cobrado fuerza debido al aumento histórico del precio del oro, atrayendo a aliados con experiencia en este tipo de actividades ilícitas.
🔴 URGENTE
— LaDefensa (@LaDefensaEc) October 15, 2025
Se reporta un coche bomba este 14 de octubre en la avenida Juan Tanca Marengo, frente al Mall del Sol, al norte de Guayaquil. La explosión dejó, por ahora, a un taxista caído. Hay vidrios rotos en el edificio en forma de barril.
Noticia en desarrollo. pic.twitter.com/m2ZOY6siDo
Alianzas entre Los Lobos y disidencias colombianas
Informes de inteligencia revelan que Los Lobos han tejido alianzas con disidencias de las FARC, aunque en algunos casos también se han enfrentado por el control de zonas estratégicas como las provincias de Imbabura y Orellana.
Hace poco más de cinco meses, el Ejército ecuatoriano sufrió la baja de once militares en un enfrentamiento con Comandos de Frontera, grupo disidente de las FARC con influencia en la región.
Los operativos de las Fuerzas Armadas se han intensificado. Justo un día antes del atentado en Guayaquil, las autoridades ejecutaron un golpe contra las economías ilegales que, según el ministro Reimberg, podría explicar la ola de represalias que sacudió al país.
El 13 de octubre, un operativo que desplegó 500 militares del Ejército y la Fuerza Aérea incluyó un bombardeo sobre un campamento con múltiples bocaminas ilegales en la región de Buenos Aires, Imbabura. Dichas minas eran operadas por redes de delincuencia organizada para la extracción ilícita de minerales.
Horas después, las autoridades informaron de la captura de siete personas con un arsenal de guerra. Cinco eran colombianos. “Fueron encontrados en delito flagrante con armamento y munición de uso militar”, reportaron las Fuerzas Armadas.
En el lugar se hallaron una subametralladora Mini Uzi, un fusil Galil-C, un revólver calibre 38, miles de municiones de distintos calibres, ocho cargadores, uniformes militares, elementos mineros y 275 dólares en efectivo.
#Seguridad I En entrevista con @EcuadorTV, @JohnReimberg, ministro del Interior, aseguró que el grupo terrorista "Los Lobos" estaría vinculado a la explosión de un coche bomba en Guayaquil.
— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) October 15, 2025
Según el ministro esto habría ocurrido en represalia a los controles a la minería ilegal… pic.twitter.com/dKxz2K4AXu
“El Estado no puede doblegarse”
“La línea investigativa apunta al GDA Los Lobos, quienes serían los autores del atentado, en represalia por la destrucción de la minería ilegal. En el ataque se detuvo a personas del grupo disidente Oliver Sinisterra, una organización colombiana que operaba en esa zona minera donde nadie había intervenido antes”, explicó John Reimberg.
El experto en seguridad Hugo Acero, quien ha trabajado en políticas públicas en Ecuador, advirtió que la situación actual es similar a la vivida en Colombia durante la época de Pablo Escobar y los atentados de las FARC a inicios de los años 2000.
“Pablo Escobar quiso someter al Estado; la historia se repite. Lo vengo diciendo en Ecuador desde hace años: las autoridades no escucharon. El narcotráfico llegó desde Colombia y Perú, y con él el sicariato, el secuestro y los atentados terroristas”, señaló.
Añadió que el Estado ecuatoriano debe responder de manera integral, no solo desde el Ejecutivo, sino que es una responsabilidad de todas las instituciones.
"Cuando se terminaron los diálogos de las FARC en el Caguán, en 2001, el ‘Mono Jojoy’ dijo: ‘Vamos para Bogotá’. Y nos preparamos para eso, sabíamos que vendrían atentados. ¿Cómo nos preparamos? Con un comité de inteligencia con presencia de la Policía y las Fuerzas Militares. Pero también participó la Fiscalía, con tres fiscales antiterrorismo que dirigían nuestras investigaciones y análisis, y que aprobaban los allanamientos”, explicó.
Mientras tanto, Ecuador respira miedo. La sombra de la violencia que marcó a Colombia décadas atrás se proyecta hoy como una amenaza cada vez más latente en un país que aún carece de experiencia en inteligencia y lucha antiterrorista.