Actualizado 17 de septiembre de 2025 - 9:03 p. m.
Fin de mes sin drama: cómo hacer que su salario no se esfume tan rápido
Lo más importante es identificar, gastos fijos y variables de cada mes.
Periodista Digital
Aprenda a elaborar un presupuesto personalCrédito: PEXELS
Uno de los errores más comunes en las finanzas personales es gastar más dinero del que ingresa. Tan simple como eso. Y aunque suene obvio, resistirse a la tentación de un buen restaurante o de esos tenis que parecen llamarnos desde la vitrina no es tarea fácil. Al final, somos humanos y nos antojamos.
Presupuesto mensual Pexels
Con esa premisa, Minuto60 salió a las calles de Bogotá para preguntarles a los ciudadanos qué hacen para que su dinero rinda hasta fin de mes. Entre las respuestas se escucharon frases como:
“Hay que distribuir bien los recursos”.
“Como trabajo por prestación de servicios, siempre debo ahorrar para pagar el arriendo y los servicios del mes siguiente”.
“Nada de bebidas alcohólicas ni salidas costosas; la comida es arroz, papas y carne”.
Llama la atención que ninguno mencionó la elaboración de un presupuesto, una herramienta básica para controlar los gastos y evitar que el dinero se esfume.
El analista financiero Andrés Gómez explicó a Minuto60 que elaborar un presupuesto es más sencillo de lo que parece. Según su recomendación, se puede aplicar la regla del 50/30/20:
50% de los ingresos para cubrir necesidades básicas (alimentación, vivienda, transporte).
30% para gastos discrecionales como vacaciones, ocio o caprichos.
20% para el ahorro o el pago de deudas.
¿Por qué es tan importante presupuestar? Porque permite tener control sobre las finanzas, planear mejor el uso del dinero, identificar gastos innecesarios, establecer metas de ahorro y evitar endeudarse. En pocas palabras, un presupuesto bien elaborado se traduce en bienestar y tranquilidad financiera
Uso de la tarjeta de crédito
No elaborar un presupuesto personal es, en términos financieros, abrir la puerta al desorden. Cuando se gasta más de lo que se gana, la tarjeta de crédito se convierte en la salida inmediata, ya sea para cubrir necesidades básicas, emergencias o simples antojos. A esta dinámica se suma la inflación, que erosiona el poder adquisitivo y encarece los productos habituales en la canasta de consumo. El problema se agrava cuando se vive por encima de las posibilidades, no se ejerce un control real de los gastos o se desconoce cómo funcionan las tarjetas y las tasas de interés. En conjunto, estos factores terminan minando la estabilidad económica y comprometiendo la tranquilidad financiera.