Actualizado 11 de septiembre de 2025 - 10:32 a. m.
Asonada en Ipiales: tropa del Ejército y Policía fueron rodeados durante operativo contra el contrabando
En zona rural de Ipiales, Nariño, un operativo contra el contrabando terminó en una asonada contra tropas del Ejército y la Policía.
Periodista Digital
Los militares fueron abordados por civiles mientras realizaban una operaciónCrédito: Redes sociales
Una nueva asonada contra la Fuerza Pública se presentó en Yaramal, corregimiento de Ipiales (Nariño), ubicado a tan solo 30 minutos del área urbana y cerca de la frontera con Ecuador. Tropas del Grupo de Caballería Mecanizado N.° 3 Cabal, junto con unidades de la Policía Nacional, adelantaban un operativo de control cuando fueron rodeadas por decenas de personas que buscaban impedir la incautación.
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Los uniformados habían encontrado un cargamento de cigarrillos de contrabando valorado en más de 1.000 millones de pesos, oculto dentro de viviendas de la zona. Sin embargo, mientras realizaban el procedimiento, un grupo de civiles intervino para obstaculizar la diligencia. En medio de los enfrentamientos, un oficial del Ejército resultó herido en la cabeza.
En Ipiales, Nariño, integrantes del Ejército fueron víctimas de un intento de asonada por parte de la comunidad. El hecho se presentó en medio de operativos contra el contrabando. pic.twitter.com/aM9wUgn9KZ
— Mauricio Vanegas (@Marovaan) September 11, 2025
Videos difundidos en redes sociales evidencian cómo los militares fueron acorralados por hombres y mujeres que, cubiertos con ruanas y tapabocas, los increpaban e intimidaban. En las imágenes se aprecian palos e incluso fuego encendido, usados como herramientas de presión para obligar a la tropa a retirarse del lugar.
Debido a la magnitud de la protesta, los soldados no lograron mantener la incautación. El incidente obligó a reforzar la seguridad en el área y dejó al descubierto cómo las redes de contrabando se apoyan en comunidades locales para frenar los operativos de la Fuerza Pública en la frontera sur del país.
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Nuevo intento de asonada en contra de tropas del Ejército - Crédito: Redes sociales
Asonadas recientes en Colombia
Lo ocurrido en Ipiales se suma a un patrón que preocupa a las autoridades. En lo corrido de 2025 ya se han reportado 28 asonadas en diferentes regiones de Colombia, lo que confirma una estrategia utilizada por los grupos armados ilegales: emplear a la población como escudo humano para frenar el accionar de las Fuerzas Militares.
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Un antecedente reciente fue el secuestro de 45 militares en El Tambo (Cauca), donde un grupo de 600 personas rodeó a la tropa para impedir un operativo. Según inteligencia, en ese caso los responsables habrían sido disidentes del Frente Carlos Patiño, bajo el mando de alias Iván Mordisco.
La más reciente acción de este tipo se registró en Puerto Guzmán, Putumayo, donde más de 200 personas intentaron retener a soldados del Ejército que realizaban operativos contra la minería ilegal. En medio del hecho resultó herido un civil.
La asonada como estrategia de guerra
En junio del año pasado, en el municipio de Argelia, Cauca, se vivió un episodio similar. Un grupo de 57 militares que adelantaba operaciones para retomar el control del Cañón del Micay, zona dominada por cultivos ilícitos, fue retenido por civiles durante 48 horas.
El hecho derivó en la captura de 20 personas, aunque posteriormente recuperaron la libertad debido a inconsistencias en el proceso judicial. El patrón se repite: comunidades movilizadas —muchas veces bajo la presión de grupos ilegales— que buscan impedir el avance de las tropas oficiales, con civiles convertidos en escudos.
En este contexto, los campesinos quedan en una posición crítica: forzados por los armados a enfrentarse a la Fuerza Pública y, al mismo tiempo, vistos con sospecha por las autoridades que en ocasiones los consideran colaboradores.
La consecuencia es un impacto humanitario profundo: familias sometidas a las órdenes de actores ilegales y comunidades señaladas y estigmatizadas, atrapadas entre la violencia y la desconfianza.