Actualizado 26 de septiembre de 2025 - 9:31 a. m.
Hallan en Boyacá fósil del tiburón gigante más antiguo del mundo
Su estudio revela nuevas claves sobre la evolución, ecología y reproducción de los tiburones.
Dicson Alfonso Cabrera Villalobos
Periodista Digital
Equipo de trabajo que identificó el fósil de tiburón gigante.Crédito: Cristian Benavides, magíster en Geología de la UNAL
El ejemplar de Protolamna ricaurtei, con más de 100 vértebras, dientes y hasta fragmentos de piel, es considerado un hallazgo único a nivel mundial.
En Villa de Leyva (Boyacá) fue identificado un fósil de tiburón gigante que habitó las aguas costeras de Colombia hace 114 millones de años, durante el Cretácico Temprano. Con 6,6 metros de longitud, una dieta basada en peces, crustáceos y otros tiburones, y un parentesco con especies actuales como el tiburón blanco y el peregrino, este ejemplar es el registro más antiguo y completo de un lamniforme gigante en el mundo.
Acumulaciones de los distintos tipos de dientes encontrados en el ejemplar. Cristian Benavides, magíster en Geología de la UNAL.
El fósil corresponde a Protolamna ricaurtei y es considerado un tesoro del patrimonio paleontológico nacional. Fue hallado en 1993 por un habitante de la vereda Cañuela, quien encontró fragmentos de roca con vértebras y dientes. Tras ser entregado a la Fundación Santa Teresa de Ávila y resguardado durante años, el material fue estudiado por expertos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y el Servicio Geológico Colombiano (SGC).
Lo que parecía un fósil más dentro de la reconocida Formación Paja terminó convirtiéndose en una pieza excepcional: el ejemplar conserva al menos 107 vértebras, más de un centenar de dientes, restos de cartílago y, de manera extraordinaria, fragmentos de piel y fibras musculares. Para los paleontólogos, es un hallazgo único, ya que los tiburones, al estar formados principalmente por cartílago, rara vez se preservan en tan buen estado.
Nuevas claves para la ciencia
El geólogo Cristian David Benavides Cabra, magíster en Geología de la UNAL, lideró la investigación bajo la guía de la paleontóloga María Páramo (q.e.p.d.). Mediante técnicas de microscopía y análisis de vértebras, el equipo reconstruyó con detalle la anatomía del tiburón.
Uno de los hallazgos más llamativos fue la desproporción entre su tamaño y sus dientes. Aunque medía 6,6 metros, sus piezas dentales eran pequeñas, lo que rompe con el modelo tradicional que asocia dientes grandes con cuerpos grandes. Este descubrimiento obliga a replantear los métodos usados durante décadas para estimar el tamaño de tiburones extintos.
El análisis también reveló que el animal era un nadador activo, aunque menos veloz que los tiburones blancos actuales, y que se alimentaba de presas medianas como peces, calamares y pequeños tiburones. Además, el estudio aporta evidencia inédita sobre su reproducción: las crías nacían vivas y alcanzaban cerca de 1,5 metros al nacer.
El tiburón prehistórico es familiar del tiburón blanco. Ken Kiefer 2 / Connect Images vía AFP.
Patrimonio de Villa de Leyva y de Colombia
El fósil, que hace parte del Inventario Nacional Geológico y Paleontológico, se conserva en la Fundación Santa Teresa de Ávila. Su valor trasciende lo científico: fortalece la identidad cultural de Villa de Leyva, región reconocida internacionalmente por la riqueza de sus fósiles y que cada año atrae a miles de turistas y académicos.
Este descubrimiento rinde también homenaje a la doctora María Páramo, considerada la paleontóloga más importante de Colombia, cuyo legado científico abrió camino al estudio de la vida prehistórica en el país.
En palabras de los investigadores, este tiburón gigante es más que un vestigio del pasado: es un recordatorio de que bajo el suelo de Colombia aún yacen claves fundamentales para comprender la historia de la vida en la Tierra.